En la oscuridad de la noche suena el teléfono. Descuelgo. Escucho. Asiento. Cuelgo y rompo a llorar mientras me visto.
Seguir leyendoRisa
Lloro desconsoladamente, sin control y a la vez río sin sentido. Ha empezado de repente este ataque de hilaridad desenfrenada, sin más. Y no puedo pararlo. La gente me mira. Yo a ellos también aunque no les veo porque las lágrimas les convierten en borrosas manchas líquidas. Es como mirar el paisaje a través de […]
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