Título: Con lo puesto
Autor: Alan Bennett
Editorial: Anagrama (Colección Panorama de Narrativas)
Año de publicación (edición en español): 2003
Género: Novela corta / sátira contemporánea
Introducción
Con lo puesto parte de un hecho trivial pero lleno de resonancias: tras una noche en la ópera, el matrimonio Ransome —un abogado londinense acomodado y pedante y su esposa— regresa a casa para descubrir que su hogar ha sido completamente desvalijado. No solo han robado objetos de valor o un simple hurto: han desaparecido la moqueta, el papel higiénico, el horno, hasta el asado amablemente programado por la señora Ransome.
Ese episodio sirve de detonante para una indagación llena de ingenio —y cierta crueldad satírica— sobre la rutina, los rituales, las posesiones y, por debajo de todo ello, sobre la identidad de una pareja que quizá se sostiene más por lo que tienen que por lo que son.
Lo que me provocó como escritor
Leer Con lo puesto ha sido una experiencia de doble disfrute: por un lado, por el placer de sumergirse en el humor inglés, fino, seco, ligeramente incómodo; por otro, por la perspectiva crítica que Bennett ofrece sobre las relaciones humanas y su contexto social. El robo absurdo, el despojo de lo cotidiano, funciona como una metáfora de lo que ocurre cuando lo que creíamos seguro se evapora y nos obliga a plantearnos: ¿qué queda de nosotros cuando ya solo “vamos con lo puesto”?
Lo que más me fascinó es cómo la novela convierte los objetos más prosaicos —la moqueta, el rollo de papel higiénico, un asado en el horno— en símbolos de todo un mundo interior y colectivo. Y cómo la pareja protagonista, acostumbrada a una vida predecible, se ve abocada a una revelación silenciosa: quizá lo que tenían era más una fachada que una vida compartida con sentido. Como escritor, me llevé de esta lectura la idea de que lo trivial puede ser el motor de lo profundo, y que un incidente pequeño puede cambiar lo cotidiano y dejar al descubierto lo esencial.
¿La recomiendo?
Sí — absolutamente. Con lo puesto es un pequeño tesoro, una novela breve pero rica, que invita tanto a la sonrisa como a la reflexión. La recomiendo para quienes buscan una lectura ágil pero con sustancia, un libro que se deja leer con ligereza pero que no se queda en la superficie. Ideal para intercalar entre lecturas más densas, para quienes disfrutan del humor británico, de la sátira social y de esas historias que, aparentemente ligeras, terminan desvelando mucho. Si quieres un libro que te haga replantearte la vida de pareja, la rutina y las posesiones, sin sacrificar el entretenimiento, este título es para ti.
Ignacio Chavarría
Explorando libros. Escribiendo el mío.