LOS ELEGIDOS

La nave flota suspendida sobre los dorados campos de trigo a las afueras de la ciudad. Es el quinto viaje que hacemos, cuando llegamos y nos mostramos por primera vez todo fue revuelo, como siempre, como en cada planeta con el que contactamos. Miles de puntos moviéndose desordenados ahí abajo y algunos ingenios más o menos evolucionados volando alrededor nuestro tan agresivos como inofensivos. Calma, el protocolo está muy estudiado, han sido muchos los contactos y en cada uno se ha aprendido y ha sido refinado para completar el encuentro con éxito.

Desde donde estoy la nave se ve impresionante. Los reflejos dorados del trigo sobre el metal líquido le dan un aspecto divino a ojos de los humanos y los materiales y tecnología que la mantiene levitando se escapan a su entendimiento y alimentan su avaricia.

De inicio no desplegamos poder ni nos mostramos agresivos o superiores al llegar, nos ponemos a su nivel como una civilización pacífica dispuesta a compartir con ellos todos nuestros avances. Les dimos algunos cachivaches que iluminaron sus ojos hambrientos de tecnología y les hicimos la propuesta. Esa es la razón por la que está toda esta gente acampada en esta gran explanada, por eso llevan aquí tanto tiempo ofreciéndose voluntarios para pasar todas las pruebas que les ponemos, esperanto superar los test, ser los elegidos, la quinta partida. Quince mil humanos cuidadosamente seleccionados que han seguido cada una de las pautas que les dimos. Han hecho ejercicio y han sido alimentados con escrupulosa eficiencia para aumentar su masa corporal y resistir la hibernación en las crio cápsulas. Su mundo se muere irremediablemente, ni siquiera nuestra tecnología puede revertir el mal que estos seres han causado, así que les mostramos una nueva tierra, un planeta azul donde empezar de nuevo, solo para unos pocos en un viaje sin retorno, los elegidos.

Partiremos mañana, ahora ultimo los preparativos antes de empezar el proceso de hibernación. Estoy tomando unas bebidas extrañas con estas criaturas, perece que es importante para ellos este protocolo, que nos hermana de alguna forma. Las bebidas deben tener algún tipo de inhibidor que les hace más locuaces y extrovertidos bajando sus defensas, aunque también les hace más irascibles. Mis canales de filtrado convierten todo lo que tomo en algo inocuo para mi organismo, me permite jugar su mismo juego, compartir con ellos esta ridícula ceremonia ritual una vez más.

Una llamada de mi segundo de a bordo me indica que ya se han llenado las crio cápsulas con los líquidos y están a punto para recibir a los humanos. Quince mil cabezas, un producto excelente que en el mercado actual es una pequeña fortuna, un producto escaso del que somos únicos proveedores. Nuestros clientes quedaron encantados con la calidad de las anteriores remesas, coparon las cartas de los mejores restaurantes, un «fuera de carta» que se paga a precios exorbitados. Tan caros y tan fáciles de conseguir, solo hay que venir a por ellos, recogerlos ya seleccionados, engordados, con los máximos niveles de calidad requeridos por los mercados actuales. Doy la orden para que empiecen a cargar, en 20 años volveremos a por el siguiente cargamento. Tal como va la degradación de este planeta no habrá muchos más viajes, en unos años el material se verá afectado a pesar del aislamiento de la zona de selección y ya no estará disponible. Hay que aprovechar el momento. De anteriores viajes intentamos seleccionar algunos ejemplares y reproducirlos en cautividad, pero no es lo mismo, fuera de este planeta el producto pierde toda su magia en la segunda generación, se vuelve vulgar y distribuirlo no haría más que hacer bajar su valor en el mercado.

Doy la orden y veo cómo esta se transmite por la explanada y van formándose obedientes filas ordenadas de estos sumisos seres que encaminan su idealizado futuro hacia la anhelada nave.